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¿En qué consiste una instalación de autoconsumo?

Optar por el autoconsumo fotovoltaico es un paso que dan cada vez más personas, porque hacerlo es una opción cómoda, económica y ecológica. Conozcamos a continuación un poco más sobre el autoconsumo y la instalación necesaria para implementarlo en hogares y empresas.

¿Qué es el autoconsumo y cuáles son sus beneficios?

El autoconsumo consiste en producir energía eléctrica para el consumo propio. Y, si nos centramos en el autoconsumo fotovoltaico solar, nos referimos a la energía que se genera a partir de los paneles solares (denominados coloquialmente «placas solares»). Es una solución muy recomendable en nuestro país, ya que contamos de media con aproximadamente 300 días de sol al año y con una irradiación solar considerablemente más alta que en otras regiones.

Por esta razón, son muchos los hogares que optan por la instalación de paneles solares en sus tejados. Algo que es igualmente una alternativa para las empresas, que también pueden sumarse a esta tendencia que está en auge por sus múltiples beneficios:

  • Proporciona un control exacto sobre el consumo.
  • Hace posible un importante ahorro en la factura de la luz, cuya cuantía dependerá del tipo de instalación y de los hábitos de consumo.
  • Genera un impacto medioambiental mucho menor, al reducirse al máximo las emisiones.
  • Actualmente hay acceso a compensaciones por los excedentes de energía y a numerosas subvenciones.
  • Los paneles solares requieren un mantenimiento muy sencillo, igual que lo es su instalación.
  • Tomar la decisión de instalar paneles solares hace posible la revalorización del inmueble.

Características de una instalación fotovoltaica de autoconsumo

Las instalaciones fotovoltaicas permiten generar y aprovechar la energía proveniente de la radiación solar a través de los paneles solares. Pero este no es el único elemento de la instalación, sino que también hay que hablar del inversor solar y del cableado. Estas son sus principales funciones:

  • Los paneles solares: son módulos que se encargan de recibir la energía del sol y la convierten en energía continua. Cada tipo de módulo tiene un peso, unas dimensiones y un nivel de eficiencia concreta.
  • El inversor: transforma la energía continua originada en los paneles en energía alterna, que es la que necesitamos para poder aprovecharla para el autoconsumo en el hogar o en la empresa.
  • La estructura: es fundamental para sujetar los paneles al tejado, al suelo o a cualquier otra superficie y también para proporcionarles la adecuada inclinación.
  • El cableado: es el conjunto de cables que transmiten la energía que han producido los paneles y la distribuyen a todos los puntos de los que se compone la instalación.

¿Cómo funciona el autoconsumo fotovoltaico?

Para explicar cómo funciona el autoconsumo mediante instalaciones fotovoltaicas, hay que distinguir entre dos tipos de instalaciones:

Instalaciones conectadas a la red

De forma muy básica, así es como funciona el autoconsumo en una instalación fotovoltaica conectada a la red: la energía generada gracias a los paneles solares pasa de ser continua a alterna cuando llega al inversor, cuya salida se conecta al interruptor de control de potencia del inmueble con el objetivo de controlar el consumo y el externo.

A la hora de consumir energía, el sistema se ocupa de coger primero la generada por la instalación de autoconsumo y, si hace falta, luego recurre a la energía de la red. Como ambos generadores trabajan a la vez, se evita por completo el riesgo de corte eléctrico. Al mismo tiempo, se produce un ahorro considerable en la factura, incluso aunque se necesite recoger parte de energía de la red.

Instalaciones aisladas

En este caso, la instalación fotovoltaica está conectada a una red de consumo propia, no a la red general. De esta forma, el titular de este tipo de instalación es autosuficiente energéticamente y no necesita tener un contrato con una comercializadora. Por contra, no tiene acceso a la compensación por excedentes y para él son imprescindibles para asegurar el continuo suministro las baterías o sistemas de acumulación, que en el caso de las instalaciones conectadas a la red son optativas.

En cualquier caso, pasarse al autoconsumo fotovoltaico no es complicado (sobre todo, si confías la puesta en marcha de la instalación a una empresa especialista) y lo único que reporta son ventajas.

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